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Hoy entrevisto a la empresaria Rita Reyes. Desde siempre se sintió atraída por las palabras, las personas y el conocimiento. Se licenció en Traducción e Interpretación y ha seguido enriqueciendo su formación con otros estudios y disciplinas.
En 2007 cumplió su sueño de abrir Unibelia, un Centro de Aprendizaje que le permite dedicarse a sus grandes pasiones: aprender, crear y enseñar.
Lejos de perder la ilusión o la curiosidad, cada vez disfruta más de los nuevos proyectos, de las oportunidades y de la interacción con los alumnos, con el mundo.
http://www.unibelia.es
Hola Rita, cuéntanos un poco sobre ti y si siempre fuiste una mujer emprendedora.
Hola, Ana. Me gustaría primero agradecer tu interés y el espacio que ofreces para que se conozca el trabajo de tantas mujeres.
Aunque recuerdo que con unos ocho años le dije a mi madre que de mayor tendría mi propio colegio, lo cierto es que también quise ser periodista, escritora e incluso cantante…
Creo que nunca pensé en mí misma como emprendedora, pero supongo que tiene mucho que ver con la determinación de ser tú misma quien controle tu vida, de tener la libertad necesaria para dirigir el rumbo que deseas tomar y, sobre todo, para cambiarlo en el momento que crees conveniente. Me parece que resolver la rutina con creatividad podría ser un buen “síntoma” de emprendimiento…
Cuéntame cómo surge “Unibelia”
Cuando terminé la licenciatura empecé casi por inercia el Curso de Cualificación Pedagógica, sin embargo, cuando al final llegué a las prácticas y entré en un aula de diversificación curricular fue como si la vocación de la infancia volviera de golpe y me enamoré de la enseñanza.
Aquellos alumnos no lo saben, pero fueron ellos los que me enseñaron a comprometerme con la idea de buscar siempre la calidad en la educación, a no darme por vencida nunca y a creer que todas las personas merecen la oportunidad de sacar lo mejor de sí mismas. Dispuesta a confiar en mi proyecto, y con la colaboración de mis padres y dos de mis hermanos, arrancamos en 2007 lo que entonces se llamó Centro de Aprendizaje Babelia.
La idea a corto plazo era acercar al alumnado que precisaba de apoyo escolar una forma de aprender que partiera de las características de cada uno, es decir, una enseñanza personalizada. Ampliamos la oferta educativa y comenzamos a trabajar con niños, adolescentes y adultos en diversas materias, idiomas y desarrollo personal.
A largo plazo, queríamos llegar a fundar un centro de enseñanza reglada que supusiera una alternativa al actual sistema educativo. Y en ello estamos. A finales de 2011 renovamos imagen y pasamos a llamarnos Unibelia, aunque el espíritu sigue intacto: ayudar a las personas a desarrollar su talento.
Háblame de tu experiencia como empresaria y profesional de la enseñanza
Pues diría que sin la vocación y la pasión por lo que haces, ninguna de las dos experiencias serían positivas. Como profesional de la enseñanza, te desespera la escasa prioridad que se le da a la educación, que es el pilar básico de la sociedad. Como empresaria autónoma, los múltiples obstáculos burocráticos y al alto coste que supone poner en marcha y mantener una empresa pequeña son motivos suficientes para el desánimo.
Los comienzos fueron duros porque en la realidad el apoyo a los emprendedores es mucho menos que el que se promete, así que sólo cuentas contigo y con los que te rodean. Además abrimos en 2007 y justo un año después el mundo entra en crisis. Nos hemos mantenido a base de mucho trabajo y tesón pero también nos hemos arriesgado a innovar y crecer con ilusión y entusiasmo, cualidades que no pueden faltar nunca.
A pesar de todo, el balance es positivo. La responsabilidad de tomar tus propias decisiones y aprender de ellas te ayuda a conformar un equipaje que te acompañará toda la vida. He aprendido mucho, pero destacaría el convencimiento de que si este proyecto saliera mal, empezaría otro. El emprendimiento se queda conmigo.
¿Qué consejo les darías a las mujeres emprendedoras, empresarias, o las que quieren llegar a serlo?
Diría que lo primero que hay que hacer es querer serlo y saber en qué quieres emprender. Es fundamental que la pasión sea el motor del trabajo que desempeñas porque tienes que ser consciente de que el camino no va a ser fácil. Necesitas estar preparada constantemente, por lo que la formación continua es la mejor aliada, además de saber rodearte de las personas adecuadas.
Afortunadamente, existen profesionales que, como es tu caso, Ana, pueden ayudar a las mujeres que empiezan a determinar qué camino tomar, cómo hacer el recorrido y cómo aprovechar las fortalezas de cada una. Emprender es una aventura que resulta maravillosa si te lo propones y te preparas para ello.
Muchas gracias Rita, por dedicar tu tiempo a responder a esta entrevista. Y me encanta lo que has dicho, que la pasión sea el motor, porque es indispensable disfrutar del camino para llegar al éxito, sino es imposible o queda condenado a la pura suerte.
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