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Hoy entrevisto a la empresaria Nayra Barreiro, autora del libro “5 Claves para mejorar tu imagen personal al instante”. Nayra es especialista en Marketing, Branding y Asesoría de Imagen Personal y Profesional.
Lleva desde el 2010 ayudando a las personas a mostrar su imagen ideal, aquella que permita explotar al máximo sus cualidades y características más positivas.
Como ella misma dice: “Mi misión consiste en ayudarte a mostrar tu carisma y potencial a través de tu imagen. Que aproveches todas las oportunidades que te brinda la vida de la forma más satisfactoria y exitosa”.
www.imagenfemenina.com
Hola Nayra, cuéntame tu historia y si siempre fuiste emprendedora.
No siempre fuiemprendedora. He pasado muchos años trabajando para una gran empresa en el sector de la aviación, donde tuve oportunidad de dirigir equipos de trabajo y desarrollar mi faceta de formadora. Fue un época muy enriquecedora que me enseñó mucho, principalmente sobre mí misma.
Cuéntame cómo surge tu vocación por la ayuda
Mi vocación por ayudar a otras mujeres surge en el momento que tomo conciencia de mi verdadera misión de vida. Cuando las personas descubren su “para qué” el “cómo” viene solo.
En mi caso, fue un proceso largo en el que el coaching jugó un papel muy importante, ya que, como todas las grandes pasiones, viene desde que era pequeñita, y muchas veces, al tratarse de talentos o vocaciones tan inherentes a la persona, no resulta fácil tomar conciencia plena de ellas.
La mejor forma que he encontrado para explicar cómo surge mi vocación es contando lo que me pasó a mí. Como tus sueños y anhelos te persiguen a lo largo de toda tu vida y no desaparecen hasta que les haces caso. Fue una revelación emocionante, e incluso, dolorosa, pues “de repente” todo cobra sentido.
Los juguetes preferidos de mi infancia no eran ni casitas, ni coches, ni tan siquiera muñecas. Eran las cortinas, cajas de cartón y especialmente una silla que utilizaba con mucha imaginación, para jugar al juego más divertido del mundo, o así me parecía a mí. Ese juego consistía en presentar mi propio programa de televisión.
Me pasé media infancia presentando el telediario casi todos los días. Aprovechaba cualquier reunión familiar para sacar mi silla y la caja de cartón, que ponía a modo de televisor, y me dedicaba a contarles a los demás lo que había pasado, estaba pasando e iba a pasar.
Pero ahí no quedaba la cosa. Si me dejaban, ampliaba la programación de mi parrilla con programas tipo magazine. Así que, además de contar la actualidad, daba trucos de belleza, estilismo e incluso cocina. Y cuando tenía visita, es decir, estaba con otros niños, las cortinas se transformaban en un escenario en donde representábamos pasarelas, shows de estilismo, etc.
Era algo que me encantaba, era muy divertido y desde pequeñita siempre le dije a mis padres que iba a trabajar en “eso”. Les decía que iba a trabajar en el mundo de la moda y la comunicación.
Después, uno va creciendo y va tomando decisiones. El tema de trabajar en la comunicación y la imagen siempre estuvo presente en mi mente.
Mis padres, que me quieren mucho y siempre han estado ahí para apoyarme, me decían que lo mejor era que estudiase una carrera, me asegurara un futuro “estable” y que, si quería; siguiera con el tema de la comunicación como hobby. Y para mí, eso sonaba muy sensato y oportuno.
Y así hice. Me licencié en Traducción e Interpretación de inglés y alemán. Con el título de Traductor Jurado, mientras estudiaba conseguí entrar en una gran compañía de aviación. Con 20 años tenía un buen trabajito y una carrera empezada.
Con 26 tenía un puesto fijo, había ascendido en mi trabajo, tenía un buen sueldo; casi el doble de lo que cobraban los jóvenes por aquel entones, (el triple de lo que cobran ahora), tenía mi casa, mi coche, mi pareja, dinero, juventud… Sin embargo, me faltaba algo. A medida que pasaba el tiempo, esa sensación de vacío iba creciendo.
Años atrás, con 16 o 17 años, (no recuerdo la edad exacta) me habían propuesto entrar en una agencia para hacer trabajos como modelo de publicidad. Pero les dije que no. Después con 20, se me presentó otra oportunidad para trabajar también en el mundo de la imagen y la comunicación, y también les dije que no.
Cuando mis padres me preguntaban que por qué había rechazado esas oportunidades, yo les decía simplemente que no me gustaba, pero, no era verdad.
La verdad era que me daba un miedo terrible, no me sentía preparada, dudaba de mis capacidades y de mi imagen para poder llevar a cabo con éxito esos trabajos.
Tardé mucho tiempo en darme cuenta de esto, ya que toda mi vida, me justifiqué diciéndome a mí misma que realmente no era lo que quería. Incluso busqué excusas del tipo: “Es que no me fío de la agencia” “La persona que me atendió no me ha dado buena sensación”… ¡No era verdad!
Entonces comprendí cual era mi verdadera misión: “ayudar a otras mujeres para que no les pase lo mismo que a mí”
Me propuse ayudar a otras personas a sacar su máximo potencial a la luz y que aprovechasen las oportunidades que les brindaba la vida. “A coger el tren cuando pasa”
Ayudarles a que compartan la mejor versión de sí mismas. A potenciar su carisma, belleza y personalidad para que su imagen sea su mejor carta de presentación y que se sientan seguras y cómodas.
Ahí, surgió mi verdadera vocación: “Impulsora del Carisma Personal”
¡Afortunadamente en la vida, el tren no pasa una sola vez! Así que me subí a mi tren: Me forme en marketing y ventas, coaching y PNL, Asesoría de Imagen Personal y Profesional, estilismo y moda.
Uní lo mejor de cada disciplina y empecé a trabajar como Impulsora del Carisma Personal, profesión que, además de permitirme cumplir mi misión: “Ayudar a otras mujeres a tener la imagen que se merecen”, me ha permitido cumplir mi “juego” de infancia. Trabajar en medios de comunicación.
¡Incluso, he llegado a tener un espacio propio en televisión! Hablaba sobre Asesoría de Imagen y Belleza femenina en una cadena local.
Hoy por hoy, me dedico de pleno a esta profesión. Todos mis servicios contemplan potenciar los talentos, cualidades y características positivas de mis clientes, tanto en el ámbito de Asesoría Personal como en la formación y talleres, o eventos de moda y dinamización.
Háblame de tu experiencia como empresaria.
¡La experiencia como emprendedora es realmente intensa! Ha sido un cambio radical para mí, y al mismo tiempo muy enriquecedora y productiva. Es muy entretenido porque mi trabajo actual me permite conocer a personas muy interesantes, con visiones muy personales sobre su trabajo y empresas. Es un aprendizaje constante que me permite mejorar y evolucionar día a día ¡Y eso es fantástico!
¿Nos puedes revelar alguna técnica o estrategia que te haya funcionado espectacularmente en tu trabajo?
Lo que mejor ha funcionado ha sido aunar técnicas de coaching con el proceso de Asesoría de Imagen. Cuando las personas realmente están buscando esa mejora en sus vidas y en su imagen, el autoconocimiento juega un papel crucial. En el momento que las personas toman conciencia de su esencia y su potencial, y, además, consiguen proyectarlo a través de su imagen personal ocurre la magia.
Se consigue transmitir las características más positivas y las cualidades más interesantes que les ayudarán a mostrar su potencial y carisma a golpe de vista. La imagen se convierte en una poderosa herramienta, una herramienta más para el éxito personal.
¿Qué consejo les darías a las mujeres emprendedoras, empresarias, o las que quieren llegar a serlo?
Lo fundamental para mi es conocer “tu motor” qué es lo que te mueve y motiva. Tu “para qué”. Tus verdaderas metas y sueños. Teniendo claro esto, solo es cuestión de trabajo y constancia para conseguir lo que realmente se desea.
Muchas gracias Nayra por tus consejos y tu tiempo. Además quería aprovechar para recomendar el ebook que ha escrito Nayra y que está disponible en Amazon:

“5 claves para mejorar tu imagen personal al instante” http://tinyurl.com/imagenpersonal
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