SUSCRÍBETE:
¿Acabas de comenzar tu negocio y no estás teniendo los resultados que esperabas? He podido observar en mis años de experiencia trabajando con emprendedoras y empresarias, que algunas de ellas no están teniendo los resultados que quieren y enseguida se dejan llevar por el desánimo, con lo cual al final es mucho peor.
Los negocios no son una ciencia exacta, y hay que estar dispuesta a aprender, renovarse continuamente, y a fracasar. Sí, a fracasar, ya que esos fracasos serán parte de tu crecimiento. La vida en sí misma es eso, una carrera de obstáculos que te hacen crecer, continuos cambios a los que hay que aprender a adaptarse, y venirse abajo no es la solución.
Con esto no quiero decir ahora que tengas que pasarte la vida sufriendo, al contrario, la felicidad empieza por la aceptación de la realidad, tal y como es. Y para llegar al éxito debes estar dispuesta a salir de tu zona de confort y a pasar por la curva de aprendizaje que requiere caer, fracasar y trabajar mucho.
Sí no estás teniendo los resultados que esperabas en tu negocio, hoy voy a revelarte las cuatro causas más frecuentes por las que esto ocurre.
Inconstancia:
Igual que cuando eres empleada por cuenta ajena, vas todos los días a tu trabajo. Es tal la disciplina que por no poder, no puedes ni caer enferma, porque en el mejor de los casos te pondrán mala cara.
Con tu Negocio debe ser igual, o casi igual, porque realmente puedes organizarte como desees. Nadie te pondrá mala cara, e incluso te puedes tomar tus días libres para hacer lo que te apetezca, pero……. debe haber una constancia, no puede ser esporádico. Porque el trabajo tiene que hacerse para poder obtener resultados.
Con lo cual, si no tienes una disciplina férrea, para llevar a cabo tu agenda, en la que por supuesto, también hay cabida para momentos de ocio, y de escapadas, no vas a conseguir los resultados deseados, y mucho menos cuando estás empezando.
Inacción:
La inacción suele ser una cuestión de autosabotaje, de exceso de análisis, de perfeccionismo, o de miedos: a la exposición pública, al fracaso o al mismo éxito que realmente no es sino miedo al compromiso. Cualquiera de estas causas puede dar lugar a la inacción. Y claro, sin acción, no hay resultados.
Ten presente que por mal que lo hagas, siempre habrá una consecuencia que te dará información para mejorar en la siguiente ocasión, pero si te quedas esperando a tenerlo todo controlado, a que se te quite el miedo o a que llegue el momento perfecto, esto jamás se va a dar, por lo que siempre permanecerás paralizada.
Cuando entres en acción es cuando vas a comenzar a desapegarte del control, a perder el miedo y el momento siempre va a ser perfecto.
Excusas:
¡Uff! esto es algo que se da en todas las ocasiones, cuando no hay resultados. Es que no tengo dinero, ahora no puedo porque los niños me quitan tiempo, o porque me ha surgido esto o lo otro, la crisis… Sí, claro que estas cosas te pueden afectar, pero realmente si tú quieres, puedes encontrarles solución a todas mediante una buena organización.
Si no tienes dinero, ahorras, aprende a gestionar tu dinero y por esa misma razón debes ser más firme con tu trabajo, para poder generar los ingresos que necesitas. Si los niños te quitan tiempo organízate para hacerlo en los huecos que te dejen libre y comparte responsabilidades o delega por momentos en otras personas, y si te surgen muchas cosas es porque no estás gestionando bien tu tiempo.
Es verdad que a veces surgen imprevistos que no puedes evitar, pero eso es algo puntual, y si no es puntual, es porque no estás previendo bien ¿La crisis?, ya, ahí está para todos igual, y sin embargo hay mucha gente ganando grandes cantidades de dinero en plena crisis.
Cuando trabajas en un empleo tradicional, a tu jefe este tipo de excusas no le valen, pues a ti tampoco tienen que valerte, como tu propia jefa que eres. Y si te valen, simplemente no tendrás resultados.
Desenfoque:
Siempre he defendido la imperfecta acción masiva, pero evidentemente tiene que estar enfocada en un resultado concreto. Si entras en acción, pero no pones tu foco en un resultado para que todas tus acciones te lleven directa o indirectamente al mismo, puedes perderte en un mar de acciones.
Se pueden hacer muchas cosas en pro de una misma causa y aún así también hay que mantenerse enfocada en dos o tres acciones. He visto a muchas emprendedoras que valen muchísimo y que tienen un gran talento, no lograr el éxito precisamente por perderse entre miles de acciones sin un foco concreto, por querer abarcarlo todo.
Se pueden hacer muchas cosas, pero vamos a enfocarnos en dos o tres acciones cada vez, para un resultado concreto.
Ana Zabaleta
“Coach de la Empresaria”
www.anazabaleta.com
Si quieres apoyar mi blog, para que pueda crear más y mejores contenidos, puedes hacer un donativo por la cantidad que desees
Sobre la autora: Ana Zabaleta, “La Coach de la Empresaria”, te enseña técnicas para sacar más rendimiento a tu negocio y en tu vida personal. Si quieres dedicarle el tiempo justo a tu negocio, disfrutar de tu familia y sacar el máximo partido de cada cosa que emprendas inscríbete en el boletín gratuito valorado en 97 euros. Es tuyo gratis llenando el siguiente formulario. Sin spam y privacidad garantizada.
SI TE GUSTÓ EL ARTÍCULO DÉJAME TU COMENTARIO